jueves, 19 de agosto de 2010
Reina Tamayo, madre del disidente Orlando Zapata fallecido en febrero tras más de 80 días de huelga de hambre, denuncia que desde que murió su hijo -hace seis meses- sólo ha podido ir a misa y al cementerio a visitar su tumba en cuatro ocasiones debido a que las «turbas» del régimen castrista le han impedido «a la fuerza y con violencia» salir de su casa.
En declaraciones a Europa Press, Tamayo aseguró que «domingo a domingo personas enviadas por la dictadura de los Castro, que se cuentan por cientos», se apuestan en la puerta de su casa en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín (este), para impedir que salga con sus hijos y un grupo de disidentes a la Iglesia y al Cementerio Sur La Güira.
«Nos golpean, nos maltratan a mí, a mi familia y a los opositores que nos quieren acompañar», afirma Tamayo.
Lo que la policía política del Estado quiere, según informó, es que sólo vayan a la misa y al camposanto los familiares del ex preso de conciencia sin la compañía de la disidencia. «Pero yo no puedo impedir que estas personas que nos han apoyado tanto vengan con nosotros, eso no lo pienso hacer nunca», aclaró.
Los asedios tienen lugar todos los domingos, pero en los días entre semana, aunque no se producen agresiones, «la vigilancia es constante».
Petición de la Iglesia
La también dama de blanco aseguró que desde que murió su hijo el 23 de febrero pasado «el acoso ha sido sin cesar» por parte de las fuerzas de seguridad cubana. «El régimen quiere acabar con nosotros», expresa.
El obispo de Holguín, Emilio Aranguren, visitó el pasado 14 de Agosto a Reina Tamayo en su domicilio en Banes para informarle de que había remitido una carta a organismos superiores de Cuba planteándole su situación pero, según la dama de blanco, el sacerdote repitió la misma exigencia del Gobierno cubano de que sólo asistiera a la misa y al cementerio con su familia.
La situación de la madre de Orlando Zapata ha despertado una gran preocupación en la oposición dentro y fuera de la isla, pero en especial en las Damas de Blanco, que han alertado de que la vida de Reina Tamayo corre peligro.
También los presos políticos liberados por el régimen que llegaron a España también han denunciado el «atropello» del que ha sido víctima esta mujer desde que murió su hijo.
Los restos de Orlando Zapata serán trasladados en año y medio a una fosa común del cementerio de Holguín, donde descansan sus restos. Pese a que se trata de un procedimiento que se realiza en los camposantos de Cuba, debido a la falta de espacio, la madre del disidente aclaró que «primero muerta» antes de ver a su hijo fuera de la tumba donde le enterraron el pasado febrero.
Un grupo de funcionarios cubanos y representantes del Cementerio Sur La Güira le notificaron que este proceso se llevará a cabo cuando se cumplan dos años de su fallecimiento.
La idea es pasar sus restos a lo que se conoce como un panteón colectivo, donde tendrán un espacio individual pero junto a otros muertos. «Yo no quiero que mi hijo, que fue asesinado, vaya a una pared grande y lo metan en una especie de cajón porque no se lo merece. Fue un luchador y se merece tener su tumba», expresó Reina Tamayo.
El espacio donde está ahora enterrado Orlando Zapata sería utilizado por otra familia.
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