domingo, 28 de septiembre de 2008
Aun recuerdo aquella frase constante, de la gente en Cuba, "Cuidado, que las paredes tienes oídos", y aunque aun no entendía la razón de tanto pavor, aprendí a no decir nada que ofendiera a la revolución. Se podía oler el miedo en el aire que respirabas.
La generación de mis padres, vivió los horrores del paredón, las ejecuciones masivas sin derecho a juicio, las desapariciones los encarcelamientos y los campos de trabajo. No podían simplemente mantenerse neutrales, por que entonces las autoridades los consideraban anti-revolucionarios. Nos llamaban gusanos. Que ironía! Era necesario degradar y doblegar a los ciudadanos que pensaran por si mismos. El comunismo no permite la individualidad y el pensamiento libre, que es el derecho basico de cada ser humano.
Ya fuera de Cuba, escuche los relatos y mire las imágenes y gravasiones videograficas que existen de aquella época tan tenebrosa en la historia de nuestra querida patria. Los fusilamientos han continuado, pero no frente a la gente, como al principio, después de todo, ya no es necesario, el terror vive dentro de cada uno de nosotros. La obscuridad reina en nuestra isla, y so sabemos cuando amanecerá.
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